El olivo es uno de los cultivos económicos más importantes de la región española. También es la forma principal de estos paisajes, términos como la distancia para plantar olivos o mejorar las técnicas de injertos son necesarios para favorecer el crecimiento y producción de nuestro olivar.

Sistemas de cultivos

En los últimos años, hemos sido testigos de una revolución en la forma de cultivar los olivos. En la actualidad conviven varias organizaciones de cultivo. Así encontramos olivos que siguen métodos tradicionales de cuadrícula, así como olivares intensivos y superintensivos, y otras disposiciones que permiten mayores densidades de plantas y muy mecanizadas.

En los sistemas agrícolas modernos, hay olivos aptos para maquinaria, pero no de otro modo, como cabría esperar. A continuación, describimos las diferencias entre estos métodos de plantación, que están muy relacionadas con la distancia para la plantación de olivos.

Sistema tradicional de cultivo

En el sistema tradicional, los olivos se plantan en forma de cuadrícula. Los olivos se plantarán en los vértices de la cuadrícula, espaciados entre 10 y 12 metros. Este es el sistema agrícola tradicional del Mediterráneo (España, Grecia, Italia…). Estos cultivos están tradicionalmente mecanizados en grado mínimo y no tienen riego. Este reglamento garantiza que no exista una competencia seria entre los olivos y que todos alcancen rendimientos similares. En la plantación tradicional, la densidad de árboles es muy baja, entre 80 y 120 por hectárea. La mecanización es posible siempre que la pendiente no supere el 20%

Sistema de cultivo intensivo

En cultivo intensivo, los olivos aislados se colocan en medio de una cuadrícula de 6 x 6 metros o 6 x 3, consiguiendo una alta densidad de árboles (200 a 600 árboles por hectárea). En cultivo intensivo se forma un corredor de 6 metros de ancho, propicio para la mecanización de los olivares. Los vibradores autopropulsados ​​con paraguas se pueden utilizar tanto para la recolección de la aceituna como para las cosechadoras, todo lo cual es beneficioso para la rentabilidad de los olivos, ya que se reduce considerablemente la necesidad de mano de obra.

 Sistema de cultivo super intensivo

Este sistema de plantación consiste en hileras de olivos jóvenes en forma de setos, formando calles de 4 metros, con una densidad de plantas por hectárea muy alta: 1.000 a 2.000 árboles por hectárea. La mecanización la realizan los recolectores encargados de hacer caer por vibraciones las aceitunas, que son recolectadas por la misma máquina. De esta forma, se simplifica el cobro y se reducen los costes. La mayor desventaja de este sistema es que las plantas no duran mucho. En 12 años, es necesario renovar completamente la arboleda.

La modernización del olivar ha supuesto importantes desarrollos en las industrias auxiliares, una industria pujante, como la maquinaria de recolección o toda la maquinaria olivarera utilizada en el posterior proceso de transformación de la aceituna. 

¿Cómo y cuándo se plantan los olivos?

El olivo ha cobrado tanta importancia económica que se ha invertido tanto tiempo y recursos en buscar la mejor manera de cultivarlo y cultivarlo. Actualmente, el método más utilizado para trasplantar un olivo es el injerto, que consiste en insertar una rama o flor en una nueva planta, llamada raíz. De esta manera, es posible crear diferentes variedades y variedades, para potenciar la calidad del olivo.

Otro método de plantación es la reproducción por semilla o hueso de aceituna. Es la forma en que se reproduce la especie, no la variedad, que es la que nos interesa preservar porque tiene las cotas de calidad y productividad que nos interesa.

El injerto de olivos es la técnica más utilizada en España actualmente. Se aprovechan los plantones que se producen en los viveros, los cuales se van injertando con aquellas variedades que más conviene al agricultor. De esta forma, nos aseguramos a priori una determinada calidad y productividad en el cultivo.

La técnica del injerto se complementa muy bien con la producción en viveros de las plantas de olivo. En el vivero, se hace una reproducción sexual de las plantas, mediante huesos de aceitunas. Posteriormente, estas plantas son modificadas genéticamente mediante el injerto para conseguir que den la variedad de aceituna que deseamos. El injerto también sirve para cambiar la variedad del fruto en árboles viejos y para mejorar la producción del olivar envejecido.

Es muy importante elegir cuidadosamente el tipo de rama o arma que se utilizará para el injerto. De ello depende la calidad de la producción y los diferentes tipos que obtenemos.

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